jueves, 19 de mayo de 2005

Decisiones difíciles de tomar



Llevo media vida pensando que
tengo que dejar atrás el pasado y disfrutar el presente; pero cada vez es más difícil. Para algunas cosas tengo demasiado buena la memoria, y me cuesta convencerme a mí misma de que tengo que mirar hacia delante.

Mi círculo de amistades ha sido siempre bastante reducido, quizá porque soy antisocial o quizá porque nadie ha demostrado ser lo suficientemente bueno como para no hacerme daño. Desgraciadamente parece que mi intución ha fallado durante mucho tiempo y no ha visto lo que verdaderamente se escondía debajo de las máscaras que me mostraban.

Tuve un buen amigo, que perdí por culpa de un falso novio... y digo falso, porque a escondidas éramos novios, pero con gente cerca sólo éramos amigos. Fui estúpida y dejé que me manipulasen de esa manera. Al cabo de unos meses, mi falso novio me la estaba pegando con mi hermanastra y, mi mejor amigo, que sabía todo lo que estaba pasando, no fue capaz de defenderme; sólo se defendió a sí mismo alegando que le habían dicho que no me dijese nada, y él así hizo... me engañó como había hecho mi falso novio. De esto ya hace casi 4 años, y aún sigo pensando que debería haber hablado con él, haberlo arreglado... pero él se cerró en banda y después del batacazo, yo no tenía fuerzas para intentar hablar con él.

Un año después de perder su amistad, me cambié de población; pero cada vez que viajo allí, paso cerca de su casa en un vano intento de cruzarme con él y decirle cuánto lamento haber dejado que aquél problema acabase con nuestra amistad. Pero cada cierto tiempo, pienso que quizá sea él mismo el que no lo lamente, el que no quiera saber nada de mí y, con estos pensamientos intento olvidarlo; pero nunca lo consigo. ¿Por qué es tan difícil olvidar las cosas malas que nos pasan?

No hay comentarios: